Se podría pensar que el uso del pasto sintético es algo muy reciente, pero en realidad es todo lo contrario. En sus inicios su principal propósito era pasto sintético para interiores, y poder implementarlo en áreas donde no llegara luz natural o donde fuera imposible plantar césped natural.
Desde ese entonces, su evolución no ha parado y se puede dividir en tres generaciones, pero en la actualidad muchos proveedores de pasto sintético dicen ofrecer productos de cuarta generación.
El pasto sintético se ha usado desde la década de los 60 en estadios de béisbol y de fútbol americano. Su primer uso fue en el año 1966, pero para los años 70 ya era usado en muchos campos deportivos en general.
En la instalación de este pasto sintético no se aplicaba arena sílice ni caucho granulado, sus fibras eran fabricadas de baja altura, en Poliamida en sus inicios y luego de polipropileno volviéndolo un poco menos abrasivo.
El pasto sintético sufrió una evolución en la década de los 80, siendo fabricado con fibras de mayor altura, llegando a medir hasta 30mm, y se incorporó el uso de arena sílice para mejorar el deslizamiento de jugadores deportivos.
Estas mejoras provocaron el uso del pasto sintético en el hockey de los juegos olímpicos. También comenzó su amplio uso en áreas de paisajismo, jardinería y decoración. Aun así, las fibras del pasto sintético de esta generación seguían siendo abrasivas y muy duras, causando más lesiones que le césped natural.
Debido a esto, el producto obtuvo una mala reputación, principalmente en el uso de canchas deportivas de alto nivel. El sector del pasto sintético se vio obligado a invertir en nuevos materiales y tecnología para la mejora de los productos.
Con el surgimiento del pasto sintético decorativo también surgió una ampliación de la paleta de colores disponibles. No solo se puede adquirir de los distintos verdes que imitan el césped natural. Sino también de colores como rojos, azul, amarillo, rosado, morado, entre otros.
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