Para TORCHGRASS es muy importante la resiliencia de su césped artificial. La resiliencia es la virtud que puede llegar a poseer un material, de retornar a su forma original tras ser sometido a una presión una vez que haya cesado la misma. En TORCHGRASS sabemos muy bien que esta característica es de suma importancia cuando se habla de pasto sintético, ya que se trata de una condición que le permite al césped artificial brindarle a su propietario unas ventajas, que hacen que el pasto sintético sea la mejor opción a tomar cuando se piensa en tapizar un área interior residencial, o cuando se toma la decisión de instalar un pasto sintético en el jardín frontal de una casa, cubrir elegantemente el área de recepción de un negocio, un gimnasio, una institución pública, o una cancha de tenis, fútbol, golf, rugby, o de cualquier deporte que requiera de una superficie cubierta con césped.
Todos los pastos sintéticos de TORCHGRASS son especialmente resilientes, lo que los hace particularmente suaves y confortables, esto es indispensable en las canchas deportivas, ya que esta resiliencia hace de todo pasto sintético, un material que protege a los deportistas de lesiones por abrasión, ya que las fibras ceden ante el peso del jugador al rozar del césped. La resiliencia del césped artificial también propicia que el pasto se sienta más suave y agradable al tacto, es por ello que los céspedes de TORCHGRASS, sean los preferidos cuando se trata de áreas destinadas a niños, y a encuentros sociales que impliquen que las personas tengan contacto directo con la superficie. La resiliencia también hace que un césped artificial sea más resistente, debido a que cede ante el peso infringido por el tránsito de las personas, en lugar de partirse o deformarse definitivamente.
